miércoles, 18 de julio de 2012

Un día luminoso



                                 (un viaje silencioso de dolor, el día más hermoso del año, pero el más triste por mucho tiempo)




Al fondo, posee un mar de consuelo el paisaje desgarrado.
Conocemos la atmósfera que impera, nos identifica al instante
ahora más corto y sensitivo el camino, vertido en trazados de sangre.
Las semillas dejan sus restos odoríferos, desatan el pudor de la tierra
que gana un horizonte de glándulas misteriosas.
 A mi lado el trayecto destapa sus palabras profundas verdecidas...
el cielo desvela cristales puros sin tallar
y el poeta se ahoga en gran silencio, conduce el tiempo que reviste
levantando su ofrenda, rompiendo la velocidad que rueda insignificante
sobre la turbia sombra que repasa.
¡Es un día luminoso!
Un arcoiris fatigado toca con su boca la pulpa agria de la playa
-un marco melancólico de triste fusión-
Podría denunciar para siempre la disgregadora fuerza de este mes
sus vacíos entre la yerba jíbara, las redes del destino... ha ido lejos Mayo...
y el alma desolada, de lenta sajadura siente culpa.
 Tampoco yo estoy,  porto este remedio para encender mis ojos de memorias coloridas.
Lo digo con lágrimas rendidas, agolpadas sin opciones
engendradas del torrente nervio de mi pecho primaveral.
La fina música es aroma de naranjales circundando los recuerdos
alzados bajo la gorguera  que abulta estremecida.
¡Es un día luminoso!
Y el magullado aire débil, premeditado, se deja invadir por las risas
agradeciendo esa fiel arena y las cimas palpitantes.
El día luminoso asoma en nuestros rostros la flora del ánimo
y el júbilo prendido entre barbechos.
Miro el terreno sembrado de memoria y nace este poema imitando el recorrido.
La iglesia de Alcalá de Xivert emerge desafiante, le acongoja esta reproducción nueva
una trampa de leguas maestras golpeando sin respuestas.
¡Un día luminoso!
¿Para qué existe un día así...?
encajando lo inesperado, y extraño abandono de las formas
que se asientan entregadas al viento, a la nada
juntando la inefable inmensidad de amor a los enigmas.
El sol se consolida, quebrantado u obstinado para describir la fecha y el apremio.
Atada poesía no duerme aún....¡luminoso día...
cuántas experiencias desenreda...!
mientras desahogamos esta pena gris



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