jueves, 12 de julio de 2012

Itinerario de un solo día




Poema III
Toman sentido los aviones


Un anciano se atormenta bronceando su final,
las palabras son cristales destrozando tímpanos
y en su esquina cabecea una tortuga de vidrio, a contraluz.
La belleza no aprueba el tímido nivel del mar
y su pobre compañía no es mi punto.
Mis recuerdos son fragmentos
en un niño que tropieza y suelta un dedo y ríe,
hasta desplomarse, abatido por el espiral de su risa caracol;
Jesús oye las agujas enhebrando las yedras del destino
y sospecha todo lo que reúno, dentro o fuera,
él lo sabe todo,
aunque le he dicho algunas mentiras
dirigidas a otra parte, sin recursos del embuste.
Los reflejos ahora mismo parecen una buena cosecha
y bebo sin parar de manchar mis ojos claros
por naturaleza.
Toman sentido los aviones, y el espíritu que escribe en blanco
los ecos eternos y las luces vigorosas que me sacan
y ya estoy atrapado en la realidad tan musculosa,
apenas noto que vuelo en una nave, prueba de mi asombro
cavilando entre desconocidos, dentro de unos pájaros juntando sus manos
como en el final de sus días.






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