miércoles, 11 de julio de 2012

La mordida del sueño


"...Ni en retornar la vista hacia el pasado
goce encuentra mi espíritu abatido;
yo no quiero gozar como he gozado,
yo no quiero sufrir como he sufrido..."
       Julián del Casal( 1863-1893)

                                 Salvador Dalí. El sueño

Artesano y activo es el sueño que muerde,
viniendo de a poco, ex raptor modélico
y pálida desventura armada de tiempo.
Un leve susurro la garganta gana y un roce lento,
súplica de aquél rezago de ansia autónoma
mientras los gritos dicen más que algo, y ya se siembran
al papel, de pronto generoso, que se atribuye un beso
de goce viejo para mi universo.
Nace como el verso y del contorno más remoto,
ácana dócil, gemido de vestal y hambre sin bostezo,
ahuyenta mi fuego en el pecho dolido.
¿Cómo sin fuerza viene aún por el tallo
y los líquidos del ansia inflan guardia y alegato?
lo que no puede el cuerpo
entre tanta subconsciencia y torre, instinto fatigado.
Corre de manos, lanza su remedio
y se deja ondear despacio en una rima de aire fino.
¿Qué ha pasado si crecida y limpia aún sigue esta ilusión?
Si se debate por mí el peso en vino alto, el cuerpo es laberinto
y fuerza la enemiga puerta, excluyendo la corteza
del grosor que me arrebata posesivo.
Pero en la fuga tardía conservando su vilano,
el nácar de fruta se recuesta hondo,
pues, la historia simple es ya un dolor de madreselva
y por las lunas restadas es falaz nomenclatura.
De manera que no es razonable juntar el pasado y el destino
con aires persistentes y jugar a la torpeza viril
de volver en blanco los ángeles sumisos…
llegar con el agua adentro, de la última inundación
y sin brotar en huesos verdes fracturados.
Ahora esta lluvia sin espacios, sin fulgor
e impertérrita el alma de sonámbulas madejas tan lejanas;
Aunque las simples velas de la noche den que hablar
y puedan referir la evidencia cierta bordando algún perdón,
allí donde reside el ángulo apoyado y la bruma pasa cuerda
y muerde en sueño alocado, sin decirle nada mi apacible estanque
donde boga mi deseo en su brazada,
y se aviva la silueta que es música viajera,
mi poderoso éxtasis anhelado en el fracaso.


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