jueves, 12 de julio de 2012

Itinerario de un solo día



Poema II 
                         Picasso


Ánimo en la playa


Me descubro en la playa, he saltado hasta aquí
desconfiado, inseguro en su acabamiento
y hay una mujer que denuncia su belleza
y me siente culpable en el duelo de contemplar
su halo poderoso.
Se toca el cuerpo, ungido de fulgor
y la acuso del triángulo hechicero que impide
el vicio de la floración.
Sin embargo, proyecta claridad, la atravieso
y consuela mi rostro de memoria
con dedos lejanos imponiendo tacto.
La miro, le escucho su silencio,
es un ruido de gafas al sol conspirador
o el desdoble de un barco confundido entre las olas entusiastas.
y dibujo su silueta abatida por la brisa como frases
sedientas de manos y de anhelos.
Son trazos subyacentes, repetidos con ganas, son la fiesta
de gestos devorantes que coronan esta dicha de soñar el humo
y se mira en el espejo inmóvil,
interpreta la pose de mis músculos hambrientos
y curvas nerviosas adornando su balcón;
la arena me besa, la brisa me manotea realista,
hay un sabor salado que lucha por apartar esta miel austera
de mis labios locos.





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