¿...Es en estas noches sin fondo donde duermes y te exilias,
oh millón de aves de oro, oh futuro vigor?
Arthur Rimbaud
Arthur Rimbaud
Ahora que estamos sometidos
a la timidez de los recursos
y ya que el sol cancela su dorado
en edificios colectivos,
me siento irrespetuoso con la involución;
dañina confesión del primer mundo.
El mar sigue al mismo ángel que mama
su color de sincera lencería
en las aguas novias.
Auspicia más allá, la beatitud jardín
desovando viaje en gruesa transparencia.
Insignificante préstamo la ilusión
en motas de este cielo acerca;
un viejo hábito desde atrás
acusado de triunfar el sufrimiento
y la frontera del aire, que abierta continúa.
En su incalculable existencia
se hizo polvo y desagüe
la alcoba gitana de nuestro paraíso.
Hay un velorio en la ciudad
y una ronda agitando
la magia escapista de sus astros.
Ahora que estamos
con la última estructura de entusiasmo
y en dilecta compañía
de otra floración remota
en el espíritu, como música que abreve
una cesta de milagro helecho.
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