viernes, 22 de junio de 2012

Efecto de banal bosquejo




La calidad es plato suculento
que sabe a sangre de viejas semillas.
La calidad amontona temas de segunda
que resplandecen como divinos padeceres.
Pienso obras que nacen en la caverna
de una mano, que come toneladas
y descarga manteles de naderías bordado.
Nada me hará extasiar del canto
que se estrella al infinito grosero;
el canto de pintar con sueños exfoliados,
de mostrar el despiste de férulas desbordadas.
Los he visto al cabo del futuro
y han perdido la frescura que sólo
el aire etéreo  emula dentro de sí mismo.
Pero ellos pasan la rama vocación
por los mismos rieles y ostentan
los mismos adarmes del rodar.
Su producto ya no ronda la joya
secuela de renombre; y transigen las cerdas
del flujo cotejado en boga.
Nada me hará cambiar que quiera
desdeñar las mil formas manoseando
al simbolismo; como si las frases mayólicas
se bastaran sin materia para suplila carestía,
y fuera un óbice el obvio desempeño colorista.
Nada me abrirá una oración entre los marcos.
No las trepo al medio de los ojos
recién pintados por el aseo del arte.
Por mucho que las entrañas maduren
del marco imberbe bien nutrido
y el ufano talento se haga cómplice 
del desmesurado gasto de las horas;
nada cambiará en mí el redoble
mágico del versátil garabato de un niño
desordenado e imprevisible, descarrilando
sus alas con el rebaño de una brisa.



7 comentarios:

  1. Comentario de Manuel del Pinar el junio 17, 2012 a las 9:11pm
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    Me duele encontrar a un amigo pintor, amigo de los años, y descubrir que su obra ha perdido la frescura del comienzo. Sucede mucho en Cuba. Nunca he visto ese fenómeno como allí. Casi todos requieren del simbolismo en cada pieza. El arte conceptual abarrota galerías que aburren al quedarse estampadas en el iris como cualquier lágrima idéntica. Existe una exagerada urgencia de obligar a un análisis, degollando así alguna sensibilidad pictórica. Como si la literatura invadiera su modo de expresión. Me ha sucedido recientemente con un amigo que conocí cuando era estudiante y le ayudé con su primera exposición. Aún guardo cuadros de esa época que gozan de un desparpajo que perdió por el camino. Es curioso. Vive ahora en Suiza y está haciendo lo que hacía Ives Klein en los 50. Aquellas lejanas antropometrías que marcaron los humos del Neo-dadaísmo. No digo que no sea válido, sólo que en su caso como en tantos otros les marca un retroceso y la ausencia de cierta originalidad.

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  2. Comentario de Marysol Salval el junio 18, 2012 a las 3:58pm
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    Será, querido Manu, que los artistas necesitan "vivir" de su arte y por eso ejecutan obras que sean más comerciales. En estos tiempos, con mayor razón, no es fácil sobresalir desde un océano infinito de expositores.
    Me gustó mucho tu poema, como siempre. Abrazos

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  3. Jose Ramiro Flores Méndez26 de septiembre de 2012, 4:38

    Comentario de Jose Ramiro Florez Mendez el junio 18, 2012 a las 8:22pm
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    Gracias por compartir, un abrazo.

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  4. Comentario de Aur R.C. el junio 19, 2012 a las 6:18am
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    Un poema lleno de melancolía que a pesar de todo, gracias a la riqueza y belleza de ese vocabulario desplegado,
    Cuánto arte deshojado en pos de lo que es moda, cuanto arte olvidado porque no hay mercado, es decir propaganda en un mundo de gente que se rige por las opiniones de las "vanguardias". Hasta aquí, en estos foros, la fama vale más que lo que escibe quizás magistralmente un desconocido.
    Gracias por compartir y por ser como eres.
    Un saludo
    El tuareg

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  5. Comentario de Manuel del Pinar el junio 19, 2012 a las 6:56am
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    Gracias a todos por esos lindos comentarios.
    Tuareg: Viví cerca de dos años alquilado en una casa de un Comandante de la revolución en Cuba. Era una casa con premio de diseño en la década del 50. Su arquitecto fue, si no me equivoco, Romañach, hermano de otro grande de la pintura cubana. Allí, y en una especie de Bateau lavoir moderno, convivimos en sus ocho habitaciones: Una gran bailarina, Un genio joven de la medicina, este talentoso pintor al que me refiero, tres músicos desconocidos pero con mucha maestría y yo, aprendiz de todo lo que me rodeaba y alguien que sólo escribía para mí. Debo decir que el Comandante había abandonado a su familia y estos alquilaban en los 90 su casa para tener cómo mantener su estatus anterior.
    Ya desde entonces ayudé mucho a este muchacho que conocía desde pequeño. Incluso a pagar su alquiler, a terminar algunos cuadros que hacía por encargo. Su talento era envidiable, pero el talento no lo es todo. La bebida le torcía el camino y en el fondo sólo le importaba ser reconocido. Yo siempre le aconsejaba. Le decía que su obra quedaría ahí, pero poco a poco se fue comercializando más y más. Hacía mucho que no sabía de él y lo encontré hace muy poco y me sorprendió el poquísimo aporte de su actualidad plástica.
    He visto demasiada pintura en este mundo y la suya, como para no darme cuenta de este retroceso que salta a la vista. Resulta curioso que él, que estudió la historia de la pintura, haya tenido etapas donde fusila prácticamente a algunos célebres pintores contemporáneos. En resumidas cuentas, me sigo quedando con aquella primera exposición que le ayudé a montar y de la que guardo (en Cuba) algunos cuadros todavía. La frescura y el talento iban de la mano, no pretendían tanto, sólo querían demostrarse en plena calificación de fin de curso. Aún recuerdo cuando me dijo que no le gustaba lo que había hecho. Aquél conjunto abstracto poco valorado por sus propios compañeros, me resultó transgresor entonces. Después de haber visitado tantas exposiciones y museos, me sigue atrapando la espontaneidad primeriza tan poco contaminada de pareceres y me decepciona el presente, tal vez de vacíos reconocimientos

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  6. Ana María Hernández26 de septiembre de 2012, 4:40

    Comentario de ANA MARÍA HERNÁEZ el junio 19, 2012 a las 3:46pm
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    ASÍ ES AMIGO A VECES EN HARAS DE LO COMERCIAL SE DESMERECE LA OBRA TANTO SEA PLÁSTICA COMO LIETRARIA PERO A VECES TAMBIÉN HAY QUE VIVIR Y MÁS SI SE VIVE DE ESO YO CONOCÍ EN MI JUVENTUD UN PINTOR DESAPROVECHADO QUE PARA VIVIR PINTABA PAREDES PERO HASTA DE ESO HACÍA UN ARTE PORQUE SUS PAREDES NO ERAN ESA COMUNES DE UN COLOR DETERMINADO SINO QUE HACÍA DECORACIONES YO TENÍA MI CHALET PINTADO POR ÉL Y TE CUENTO POR EJEMPLO EN MI DORMITORIO LA DECORACIÓN ERA SOBRE EL COLOR LILA UN PENTAGRAMA MUSICAL LA CLAVE SE SOL EN NEGRO Y CAYENDO EN LUGAR DE NOTAS MUSICALES HOJAS DE ÁRBOL EN DORADO
    EN EL COMEDOR ERAN ESPIGAS DE TRIGO SOBRE EL FONDO COLOR MAÍZ Y EN EL LIVING GAVIOTAS VOLANDO ENTRE NUCBES , EL BAÑO HOJAS TROPICALES BIEN COLORINCHES Y EL DORMITORIO DE LOS CHICOS ERAN RAMILLETES DE FLORES SILVESTRES Y EN LA COCINA RAMILLETES DE VIOLETAS. ¡¡AH!! Y EN LE GARAGE ME HABÍA PINTADO UNA PARED CON UN PAISAJE ANDINO QUE CONTINUABA EN UN CUADRO QUE LE ENCARGUÉ PARA EL LIVING. Y A LOS CHICOS LES REGALÓ A MI HIJO PABLO QUE ERA CHIQUITO UNA PINTURA DE PINOCHO Y JUAN GRILLO Y A MI HIJA LE PINTÓ UNA BAILARINA ESPAÑOLA PERO CON SU CARA SACADA DEL CUADRO DE LA COMUNIÓN
    ESO SÍ HABÍA QUE AGUANTARLE EL MAL HUMOR CUANDO VENÍA TOMADO

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  7. Marita Ragozza de Mandrini26 de septiembre de 2012, 4:40

    Comentario de Marita Ragozza de Mandrini el junio 26, 2012 a las 4:39pm
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    Cuando la industria o el comercio o el efecto kitsch invade el arte, las obras reniegan del verdadero sentido artístico.
    Cada artista tiene que expresarse fiel a si mismo, a su visión para entregar algo original, que solo él conoce.
    Un poema que toma uno de los temas esenciales de la creatividad.
    Felicitaciones.

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