lunes, 13 de agosto de 2012

El poeta reservado en su embriaguez


 De mi libro a dos manos con Adela Corporaal "Piedra de toque"

                                                      Malenki



Dedicado a esa mujer tan especial que siempre está a mi lado... A Zai, desde siempre...



Circunspecto, la leve llovizna se adapta al charco
puntilleando la piel, cual sialismo de mi ron
tengo mi marca.
Es una rara encarnación yorubá
aunque no sea orisha desvariado
ni me detenga a cazar afuera mi cuerpo en infosura.
Me hablas y limpias tu voz, fluyes del néctar escampado
y yo suelo lamer el caldo a orillas de tu paz.

Es tan poco lo que necesito
las hormigas no se calman con virutas
sufre el entorno, ya casi no quedan sueños en pie
se corre la noticia....se iluminan las mimosas.
Entre nosotros la misma carne
atemperada en olas reinas, tu voz
firma sin gazapa las palabras
a través de los poros se resiste al parnaso
exprimiendo soles con mi verso erguido
amaestrado en sus escombros dorados.

El silencio clava los ojos de la irrealidad
resuena malgastando aristas, ideando desapegos.
Mala época nos hace cómodos en sueños sin rendir
y este hombre no dicta diferencias
se adapta a la esfinge reluciente
el mismo hombre que a veces se retrae
y se ilusiona con tu encuentro.

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