miércoles, 26 de septiembre de 2012

El doble


                                                       Magritte


...hay libros que describen todo esto y no sirven.
Adrienne Rich, "Arden papeles en vez de niños"
     

Dicen que todos tienen un doble. Yo nunca lo había experimentado hasta el otro día. Un paseo por la ciudad me lo reveló en un instante, cuando lo vi pasar junto a mí sin que me saludara. Al principio pensé que se trataba de una broma, pero me sentí avergonzado y dolido al ver cómo yo mismo medraba de largo sin notarme siquiera. Sostuve la idea de que estaba soñando, que había un sueño dispuesto a darme una sorpresa, pero los segundos pasaron y se perdió su presencia, con la misma velocidad en que los trenes pasaban por mi lado.
Antes de eso la otra parte me había mirado sonriente y hasta el último instante creí que no era yo, porque aquella aparición tenía el abdomén un poco más deforme y en su idéntica cabeza ya se veían claros como un bosque. En ese momento aparecieron muchas comparaciones y removí recuerdos de nuestras cercanas diferencias, que ahora estaba dispuesto a ignorar, porque no hallaba respuestas para aquél acto imperdonable, que portaba mi voz indiscutible y usaba a su antojo la cautela de mi fogosidad.
Lo seguí con la vista sin notar que lo hacía con el cuerpo, y subió a uno de los metros que viajan de prisa por las arterias mismas en tonos subterráneos. Continuaba pareciéndome  en todo. Sus gestos rememoraban los momentos lejanos de juvenil intrepidez y sentí ganas de abrazarle, pero hubo algo que me desconcertó: En las fracciones de segundos que un tren arriba y se escabulle por el córvido túnel, en ese espacio brevísimo de tiempo había ocurrido la visión, y se alejaba con el mismo alivio de saber que no era mi exacto espejo. Había una muchacha hermosísima y joven. Sus caderas transformaban el espacio natural de dos personas de pie, lo convertían en un lugar especial para ser admirado toda la vida; sin embargo, andén, trenes, velocidad, son contrarias a la calma contemplación y él se sumó a ese espacio, se pegó a ella de tal forma que casi le hacía daño. El vagón repleto le servía de camuflaje, pero yo estaba allí; al parecer, el único dispuesto a atinar con la imagen que se me iba esfumando dentro del murmullo soterrado de los pasadizos arrolladores. Y antes de que el tren lanzara su último suspiro para emprender viaje, los pude ver acoplados, mientras los inocentes ojos de la chica brillaban de placer y remplazaban aquel lógico estado de mi confusión, que ahora acusaba tópicos, liberando una plena excitación que nos contenía a ambos.
Al final, el reflejo no acabó siendo una imagen que trasciende. Se esparció a la misma prontitud que se viven los pasos en esas catacumbas. Entonces, pude seguir pensando en las incidencias, en nuestras reglas de serenidad y desconcierto, en nuestras llamadas reforzadas por ímprobas leyes misteriosas. Pero mucho más, en el complejo antagonismo que reconoce las pasiones inmediatas. Aprendí que aunque todos tengamos un doble, los actos mismos nos dejan al desnudo; y así los gestos, el rostro, la forma de caminar, el pelo, nunca apoyan al carácter que cuenta con un bastimento superior.
 Aquél reflejo ilustrativo activó un metabolismo insondable que se desvaneció, ante la conquista prosperando con fuerza dentro de la alarma: tren, andén, recónditas conjeturas, y el fantasma lúcido que a veces malversa mi mejor presente.



4 comentarios:

  1. Comentario de Marysol Salval el junio 13, 2012 a las 12:58am
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    Muy interesante este relato, querido Manu, pasa a veces que nos reconocernos en los otros, y viceversa...ya sea en las palabras, en los actos, en las ideas, en las pasiones....mmmmm, humanos al fin y al cabo...Besos, querido amigo, gracias por compartir.

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  2. Comentario de Aur R.C. el junio 13, 2012 a las 6:43am
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    Un relato que como dices bien se resume en en ese fantasma lúcido que a veces malversa el mejor presente. la calidad de tu escribir hace que la frase de Brecht : el arte cuando es bueno, es siempre entretenimiento, alcance su verdadero sentido.
    Gracias por compartir. Es un placer.
    Un saludo
    El tuareg.
    Pd.- No he visto este blog en compartir, me extrañó ver que no escribiste nada estos días y busqué en tu blog y lo encontré, pero no me llegó que lo habías escrito, por eso quizá está pasando desapercibido, siendo como es muy bueno.

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  3. Mario Manuel Montero26 de septiembre de 2012, 5:35

    Comentario de mario manuel montero medina el junio 13, 2012 a las 12:25pm
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    HISTORIA CON TOQUES SURREALISTAS, DE REPENTE ME VINO A LA MEMORIA CORTÁZAR.. MUY INTERESANTE DIGNO DE PRONTAS LECTURAS PARA DESCUBRIE MÁS MISTERIOS...FELICIDADES AMIGO

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  4. Comentario de Manuel del Pinar el junio 15, 2012 a las 8:16am
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    Muchas gracias amigos míos. Les agradezco profundamente. Un abrazo

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